La belleza del rostro se define por la armonía que se establece entre los ojos, los pómulos, la nariz y la boca. La región del tercio medio de la cara que corresponde al hueso malar se denomina pómulo. Una adecuada proyección del pómulo es necesaria para aportar equilibrio al rostro.
Cuando los pómulos pierden su tono afectan considerablemente las facciones del rostro, resaltando las arrugas del surco nasogeniano y sumando años a la apariencia física de la persona.
El relleno de pómulos consiste en inyectar ácido hialurónico en la zona de los pómulos, por encima de la estructura del hueso, haciendo que los tejidos que están más superficiales recuperen el volumen perdido eliminando la flacidez
Esta técnica se realiza en una sola sesión y tiene una duración de 15 minutos.